ONDUZ es una fundación social creada con la finalidad de gestionar y promover el Desarrollo Social.
En estos momentos el foco de intervención está siendo Colombia, más que nada por la ubicación geográfica del representante legal de la fundación Oier Urteaga (mi persona).
Hasta la fecha, la población donde se ha gestionado la ayuda ha sido "Ciudadela de Paz", ubicada en la periferia de la Ciudad de Barranquilla, entre los barrios Pinar del Río y el Pueblo (Pueblito).
Los habitantes de Ciudadela de Paz son en su mayoría desplazados del conflicto armado de Colombia y comenzaron a asentarse hace once años, viviendo al principio en condiciones infrahumanas.
El desarrollo de dicha invasión comenzó cuando las Hermanas de nuestra señora de la providencia (las actuales propietarias y directoras de los colegios "Buen Consejo" y "Santa María de la Providencia", los dos ubicados en Barranquilla) comenzaron a visitarlos, hace ya diez años, como parte de su servicio misionero.
Desde entonces, la calidad de vida de los habitantes del asentamiento ha mejorado considerablemente, de vivir en casas de madera y plástico pasaron a vivir en una urbanización estructurada en dos calles, cada casa está construida con ladrillos, tejados de eternit y está equipada para beneficiarse de la corriente eléctrica, agua, gas, y alcantarillado.
En estos momentos aunque no tienen ni gas ni alcantarillado, sí se benefician de la corriente eléctrica y agua.
ONDUZ está operando en la zona desde hace dos años, aunque ya llevaba otros dos años buscando financiación y subvenciones con la finalidad de obtener suficientes fondos para financiar los proyectos de desarrollo laboral que desde hacía varios años habían presentado los habitantes del "barrio".
Cuando se reunieron suficientes fondos, se invirtió en la construcción de la porqueriza, huawei y el gallinero de las gallinas ponedoras.
Todavía queda mucho para impulsar el desarrollo social del barrio, por ejemplo: en la educación de los niños, la reeducación de los adultos, más proyectos laborales, problemas urbanísticos básicos irresueltos (a veces no llega el agua, no hay alcantarillado y cuando llueve las vías de acceso se vuelven imposibles quedandose incomunicados).
A pesar de las dificultades seguimos arrimando el hombro sin perder la esperanza de contribuir en el desaroollo social (y por lo tanto en la calidad de vida y el bienestar) de esta joven y castigada comunidad.
OIER URTEAGA MADINABEITIA
Representante legal de la Fundación ONDUZ